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Como parte de la estrategia de impulsar el Turismo sostenible y la conservación de espacios naturales en medio de la pandemia por coronavirus, se desarrollará de forma progresiva el proyecto “1,000 Km de Senderos”, que consiste en habilitar senderos en zonas geográficas terrestres y acuáticas.
Esta iniciativa tiene una meta a 4 años, pero en los primeros seis meses se enfocará en las áreas protegidas de la Cuenca del Canal de Panamá y la Riviera Pacífica, que comprende las regiones de Chame, Campana y El Valle de Antón, zonas que han sido identificadas por La Autoridad de Turismo(ATP), como prioritarias.
De acuerdo al administrador de la ATP, Iván Eskildsen, el turismo basado en el patrimonio verde, es uno de los ejes fundamentales para la estrategia de reactivación económica, ya que como resultado de la pandemia los viajeros han estado buscando tomar más contacto con espacios naturales donde puedan apreciar la biodiversidad y descansar el bullicio de las urbes.
Las áreas protegidas, reservas privadas, caminos entre comunidades rurales, playas, manglares, entre otros contienen un sinfín de atractivos recreativos y turísticos, pero requieren de infraestructuras. Por ende, es necesario realizar un esfuerzo multisectorial para mejorarlas. El proyecto comenzará con los actores locales que deseen apoyar en el mantenimiento de estas infraestructuras y así, abrirle paso al crecimiento del sector recreativo y turístico de Panamá.
En el país hay aproximadamente 60 senderos de diferente niveles de dificultad y longitud a nivel nacional, de los cuales 35 actualmente se encuentran abiertos al público con horarios y capacidades de carga establecidos con la finalidad evitar encuentros de grupos en los senderos y de mantener las medidas de bioseguridad entre los visitantes.
MiAmbiente tiene planificado incrementar las áreas protegidas en superficie marítima para el 2021 de un 10% a un 30%. Esta acción va acorde al Plan Maestro de Turismo Sostenible (PMTS), que apuesta por la innovación y la sostenibilidad, resaltando el patrimonio natural y cultural de Panamá.
Hacer senderismo, contribuyen al bienestar físico y mental, al fusionar el deporte, naturaleza y cultura. Son laboratorios naturales para promover investigación, sensibilización y como valor agregado, pueden convertirse en dinamizadores económicos sostenibles vinculándolos con guías locales y pequeños operadores turísticos, fortaleciendo la cadena de valor que promueve las actividades turísticas de las comunidades.
“El poder recorrer estos senderos en tiempos de pandemia es un respiro que redunda en beneficios para la salud física y mental”, indicó Milciades Concepción, ministro de Mi Ambiente.
Mil kilómetros, es una oportunidad para documentar las mejoras que requieren los senderos existentes e identificar nuevas rutas para promover la conservación de espacios naturales en medio de la pandemia y aportar al desarrollo del turismo verde.