Redacción Entremes/


En materia culinaria, hay algunos consejos generales que podemos tener en cuenta durante todas estas fiestas de fin de año, especialmente para controlar aquellos excesos de más que se pueden evitar fácilmente. No pasa nada por comer un poco en las ocasiones señaladas, pero también hay que pegarse atracones insanos solo porque sí.
La base del equilibrio de un menú navideño es la misma que cualquier del resto del año. Se trata de incluir todos los nutrientes que necesita el organismo como las verduras, hortalizas y frutas; tampoco olvidemos las legumbres, que tienen perfecta cabida en un menú festivo.
Se recomienda que si el plato principal va a girar en torno a una pieza de carne grasa, podemos optar por unas papas al horno para acompañar, también eligir marisco es otra opciòn para la cena de Año Nuevo, los cuales deben ir acompañados de vegetales salteados. Para compensar las posibles grasas del menú. Las opciones más saludables y menos pesadas son las ensaladas, los caldos y el marisco cocido o a la plancha.
Este año, por motivos de confinamiento más que nunca, es mejor prepar la cena en casa y no permitir la entrada de comidas por delivery, para evitar posibles intoxicaciones por contaminación cruzada debido a la utilización de la tabla de picar de las carnes crudas, donde también suelen cortan alimentos frescos que no van a ser procesados de inmediato.
Abusar del consumo de carbohidratos también podría descompensar la glucosa, y por eso la mayor recomendación Celestina Delgado, jefa de Nutrición del Minsa.
Planifica un menú equilibrado siguiendo estas recomendaciones:
- No llenes el menú de masas que también sacian en exceso y son muy calóricas. Sin tener que eliminarlos por completo, controla la presencia de roscas,, panes, tostas y similares.
- En la medida de lo posible, no utilices rebozados o frituras, o limítalos a platos en los que sean inevitables, como una ración de croquetas caseras, si es que son típicas en tu casa durante las fiestas.
- Ten cuidado con las salsas, evitando las ultraprocesadas y priorizando las más ligeras.
- Si tu menú se compone de una buena variedad de platos, controla o disminuye el tamaño de las raciones. Piensa que normalmente siempre compramos y cocinamos de más, cuando lo difícil es que alguien se quede con hambre.
- Controla la ingesta de alcohol, otro producto del que solemos abusar en fiestas sin control.
- Nada mejor que un postre fresco, hidratante y cargado de vitaminas para culminar el menú. La piña o la papaya son buenas apuestas, además por ser muy digestivas. Si en la bandeja de dulces hay chocolate en alguna de sus formas, prescinde de él en el postre y opta por coctel de frutas o algo especial bien presentadas, con frutos secos con acompañamiento de yogur.
- Lo ideal es consumir un máximo de 8 uvas, una manzana o una pera chica.
- Para acompañar el plato principal es mejor el vino tinto y si va a tomar otro trago no lo mezcle con bebidas azucaradas.
- Poner más carnes blancas en lugar del cerdo que tiene más grasa, lo que podría aumentar el colesterol y los triglicéridos.