Del diseño original de lo que se esperaba fuera el colegio, hay por lo menos 12 puntos que no fueron completados.
Eva Pérez / publicidadentremes@gmail.com


Preocupados por el deterioro de las instalaciones y al no contar con el recurso económico para sufragar los diversos problemas que aquejan al centro educativo Guillermo Endara Galimany de La Chorrera, su comunidad educativa acordó No iniciar clases el próximo 7 de marzo de 2022, hasta que las autoridades del MEDUCA les den un pronta solución.
La realidad del plantel fue determinada por el Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), a través de un informe donde recomendó el cierre total del edificio B que alberga los niveles de 7º, 8º y 9º, debido a fisuras visibles en su losa.
Además de no utilizar el salón auditorio, realizar cambio de cubierta de techos en los edificios de tres niveles por filtraciones, la remoción urgente de los azulejos instalados en los baños, los cuales se han desprendido por la deficiente instalación. A ello se le suma el deterioro de la biblioteca, salones de laboratorios que nunca fueron equiparados y el abandono de la cancha de futbol y baloncesto.
Sinaproc dejo claro que «de no tomarse las medidas de seguridad para este caso, existe el riesgo de registrarse daños materiales y en el peor de los casos, la pérdida de vidas humanas”.
Aira Gaitán subdirectora técnico docente del colegio, señaló que desde el 2013 el proyecto no fue culminado en su totalidad, lo que ha representado un problema para la gestión de su mantenimiento.
La obra que supera los $13 millones, fue entregada por el contratista, Heymocol Procom, S.A., a quienes se les rescindió el contrato por incumplimiento. Meduca, conforme al trabajo culminado, logró el pago y no por la obra completa ya que la escuela era de “Excelencia académica”.
“Hemos tenido 9 años solicitando el apoyo al MEDUCA a través de cartas y hasta la fecha contamos con la presencia de los técnicos de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), quienes serán los responsables de realizar una “inspección visual” que permitirá decidir el futuro de este plantel y de los más de mil 500 estudiantes” afirmó Gaitán.
Durante el recorrido por las instalaciones los ingenieros especialistas recomendaron a la directora no permitir el ingreso de alumnos, hasta que se realicen las pruebas de cargas correspondientes y otros estudios indispensables que determinarán las fallas de esta construcción.
Se estima que cada prueba de carga acarrea un costo de 5 mil dólares, las cuales darán luces al siguiente paso que es un estudio patológico edificio-suelo, cuyo monto mínimo es de 100 mil dólares.


Ante esta situación incierta para el Colegio de Excelencia, padres de familias y docentes mantienen la postura de no iniciar clases ni presencial, ni virtual, como medida de presión ante el MEDUCA.



