Redacción EntreMes | publicidadentremes@gmail.com
Tras varios años de estar desaparecida la fruta del marañon, hoy las condiciones climáticas de la estación seca, caracterizadas por altas temperaturas y humedad persistentes en ciertas regiones del país, han propiciado una nueva floración de los árboles, especialmente en las provincias del arco seco.
Así lo informó Emmeris Quintero, de la Dirección Nacional de Sanidad Vegetal del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), al referirse a la notable reaparición de esta apreciada fruta.
Quintero, enfatizó que para sostener esta recuperación productiva, es crucial que los propietarios de árboles de marañón implementen prácticas como la poda, la fertilización adecuada y el riego constante.
Estas recomendaciones son fundamentales para revitalizar una producción que había disminuido significativamente desde 2017, principalmente debido al impacto de hongos como Colletotrichum gloesporioides (con una prevalencia del 60%), Pestalotia heterocornis (30%) y Lasidioploidía theobromae (3%), los cuales afectarán en diversas partes del árbol, desde hojas y ramas hasta flores y frutos, llegando incluso a secarlos.
Para minimizar la incidencia de estos hongos y asegurar cosechas más abundantes, el MIDA insiste en la adopción rigurosa de medidas fitosanitarias y agronómicas.
El ciclo de vida del marañón se beneficia del patrón climático bimodal que se ha observado este año: una fase de “invierno” (estación lluviosa) para su desarrollo vegetativo y una fase de “verano” (estación seca) para estimular su fructificación, siendo esta última la que actualmente impulsa la producción.
Una de las tradiciones de las familias del interior para Semana Santa estaba asar pepitas de marañón para la gustada cocada y hacer dulce de la pulpa con miel de caña, por lo que con el resurgimiento de esta fruta muchas personas planifican continuar con esta costumbre.