Redacción Entremes/


Luego de una larga etapa de confinamiento salir a la calle es un ejercicio al que poco a poco, las personas van enfrentando. Una rutina que hay que volver a adoptar, pero bajo estrictas normas de bioseguridad y responsabilidad.
Debido a varios meses de cuarentena por la Covid-19, muchas personas se ha visto afectadas. Una situación que ha ido pasando por varios episodios, con diversas preocupaciones.
Al levantarse las medidas, buena parte de la población ha deseado retomar sus actividades usuales, en particular la gente requiere salir por razones económicas. Pero es esperado que un grupo de personas mantenga un miedo exagerado al contagio que puede manifestarse de diferentes maneras: limpieza exagerada de la casa, pánico a salir de casa (su espacio seguro), impedir el ingreso de gente u objetos, por miedo a que sean fuentes de contagio, detalla la dra. Tharsis Stanford coordinadora regional de bioseguridad en Panamá Oeste.
” Hay personas que esta situación los lleva a presentar crisis de ansiedad, pensamientos obsesivos de suciedad y conductas compulsivas con la limpieza, irritabilidad o agresividad al romperse sus “estrictas” medidas de seguridad. Esto puede llevar a emociones negativas alrededor, con dos tipos de respuestas: frustraciones y angustias asociadas a la pérdida de contacto con seres queridos y la depresión” manifesta la especialísta en bioseguridad.
El miedo a salir a la calle tras un largo periodo en el que no se ha tenido contacto con el exterior no es un trastorno psicológico, sino una nueva situación que está afectando el día a día se llama ‘síndrome de la cabaña’.
Claves para superar el encierro
La doctor Stanford insiste en que, si se siguen con rigor las recomendaciones de cuidado y de bioseguridad, se aumenta el control sobre la situación. Se puede ayudar a estas personas dando información veraz y balanceada sobre la enfermedad, el virus nos ha cambiado la manera de vivir la vida, y vino para quedarse, pero que no nos puede paralizar nuestras actividades y convivencias. Es importante no juzgar ni burlarse de la persona, esto empeoraría su sensación de soledad, pudiendo dar camino a síntomas depresivos; sentir el cariño, apoyo y compañía de los seres queridos es fundamental para manejar los miedos. Si se presenta una situación difícil de manejar con estas simples medidas, entonces se puede consultar con los especialistas de Salud Mental, ya que podrían presentar: dificultad para concentrarse, disminución de la atención y fallos de memoria a largo plazo.