

La parálisis en la economía, el cierre de empresas y la consecuente suspensión de contratos y despidos ocasionados por la cuarentena generalizada, llevan a la población a volcarse a actividades informales, en las cuales se hace difícil el cumplimiento total de las medidas sanitarias, lo que a su vez ha resultado en un aumento de contagios.
De acuerdo a la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), esta interrupción en la continuidad del proceso de apertura de bloques ha generado distorsiones e incertidumbre.
A la fecha, de los seis bloques de actividades que habían quedado paralizados por la pandemia, las autoridades han dado solo luz verde a solo dos, sin poder definir el tercero, debido al incremento de casos de Covid-19 en las últimas semanas.
Hasta el sábado 27 de junio, Panamá sobrepasó los 30 mil casos de coronavirus y la cifra de muertos subió a 592. La provincia de Panamá y Panamá Oeste, siguen siendo las más afectadas, con casi el 80% de los casos. Consideran que, por la dilatación en la toma de decisión de apertura de los bloques, la interrupción en la continuidad del proceso ha generado distorsiones e incertidumbre; por lo que recomiendan que se revisen actividades y regiones que puedan ir abriendo.
Específicamente, en el caso de los sectores de servicios y aquellos que representen bajo riesgo de aglomeración, que puedan cumplir con los lineamientos de bioseguridad, deben ser considerados para que reinicien operaciones lo más antes posible y así recuperar empleos con prontitud.
La La Cciap plantea que, a través del Gabinete Social del Gobierno Nacional, se elabore un paquete de intervención dirigido a atender las necesidades identificadas según la segmentación de la población; entre éstas, la distribución del bono solidario, apalancándose en las organizaciones no gubernamentales y el sector privado.