Comprender la historia, es necesario para identificar el sentido de pertenencia.
Eva Pérez / publicidadentremes@gmail.com
Panamá Oeste como provincia cumplió 10 años desde su creación y de acuerdo al historiador, docente universitario y residente Arturo Guzmán, hay una deuda pendiente de las instituciones y el Estado con la población activa en diferentes niveles.
Guzmán, afirma que No se ha trabajado en función de la identidad de la provincia , precisamente en su sentido de pertenencia como tal.
Mencionó por ejemplo, la importancia de tener un gentilicio de cómo llamarnos, teniendo en cuenta que al chiricano se le conoce de Chiriquí, el santeño porque es de Los Santos, al darienita de Darién y así sucesivamente….
Y nosotros qué…, ¿cómo nos llamaríamos?… recalcó.
Esta incógnita lleva 10 años de estudios, al no saber como referirse a los que optaron por vivir en esta provincia.
La idea es ir dilucidando, despejando las dudas, pero también conocer cada día de nuestros distritos.
Los gentilicios, son palabras que nos permiten identificar a las personas según el lugar donde nacieron o viven y son importantes porque diferencian las culturas y costumbres de las regiones.
El historiador explicó que acuñó el gentilicio “panaoesteños“, para referirse a Panamá Oeste. “Si eso va a prosperar o no, no sé, pero he hecho estudios de lo que constituye la identidad del residente”.
Nosotros no somos ni capitalinos , ni tampoco somos campesinos. En Panamá Oeste, aún existe un tipo de percepción, hay una mentalidad que somos una periferia de la capital que no tenemos nada propio, porque éramos la mal llamada “ciudad dormitorio“, así nos conocen y cada día en el conocimiento de quienes somos, significa mirar hacia atrás y entender que hay un desequilibrio tremendo en nuestra historia que no es respetado.
Por ejemplo Capira es el pueblo más antiguo creado en,1628, luego surgió Chame en 1643, seguido de Chorrera en 1712 y No ni siquiera nos llamamos La Chorrera, después el caso de San Carlos, en 1775 y por último en 1778, Arraián.
Se debe ir dándole solidez a la realidad de Panamá Oeste, el primero de enero debería ser una celebración, una fiesta de “los 10 años de existencia” y mostrar con claridad con iconos de progresos de política estatal, no un corte de cinta de parques.
“Salud, red vial, centros educativos son parte del compromiso y hay que integrar el sector humilde fuera del área urbana, no aplacar las circunstancias con cortinas de humo”, acotó el docente.