Redacción Entremes/
El sector artesanal ha sido uno de los más vulnerables en este ciclo de pandemia. A falta de una ventana común para exponer las creaciones artesanales que se han hecho durante la cuarentena, proyectos como el de confeccionar mascarillas de tela, se ha convertido para los artesanos de la Décima provincia, el único medio para subsistir y salir adelante.
Mi cultura, contabiliza 300 emprendedores de Panamá Oeste, que ingresaron al proyecto dedicado a reinventar su negocio, con la confección de mascarillas en tiempos de Covid-19. Diseños autóctonos y estilos 100% panameños, son parte del mercadeo que busca resaltar lo más tradicional de Panamá y de la provincia.
A criterio de Jaime Luna, Director Nacional de Artesanías del Ministerio de Cultura, esta producción ha superado las expectativas, se trata de un ejemplar trabajo con nuestras mujeres y hombres emprendedores, que buscan formas originales para conseguir el sustento diario a cada uno de sus hogares.
Las mascarillas se hacen “siguiendo las especificaciones del Ministerio de Salud”, con forros antifluifos y entretelas de filtro, además, están ideadas para resistir el proceso de lavado, otorgándoles la ventaja de ser reutilizadas, destacó Luna.
Actualmente la producción indica que cada artesano realiza de 50 a 60 barbijos de tela, otorgándoles además un valor agregado en tiempos de pandemia; sus costos varían entre B/ 3.00 a B/ 10.00. Referente a los pedidos más grandes, Luna resaltó que el proyecto tiene como objetivo distribuir la confección de 100 mascarillas por cada emprendedor y así suplir la demanda de 10 mil mascarillas mensuales, que se sostiene gracias a las empresas que las solicitan.
La demanda de confección de mascarillas de tela se ha incrementado, es una manera de protegerse y se han vuelto una opción de ahorro para los hogares, es importante seguir el cuidado correcto para reutilizarla de manera adecuada por lo que recomiendan lavarlas en la lavadora con agua tibia y detergente de ropa o se puede remojar con agua caliente y jabón en un recipiente grande, una vez lavada debe remojarse en una solución desinfectante de cloro al 0,05%, dejar secar completamente a la luz del sol o al aire libre y una vez esté seca la mascarilla, guárdela en una bolsa de plástico limpia y en un lugar seguro libre de contaminación ambiental.
Las mascarillas de tela se enmarcan dentro de una categoría que son las mascarillas higiénica, aunque sean re-utilizables, no son eternas: hay mascarillas que permiten ocho lavados y otras diez, pero a partir de ahí, hay que desecharlas.